
Carta anónima de una futura madre a su donante de óvulos:
Hay muchos aspectos a lo largo de la vida que se escapan a nuestro control. Con el tiempo, algunas veces, es posible aprender de la experiencia y simplemente dejar ir aquellas cosas que no podemos solucionar. Sin embargo, para aquellas mujeres que tienen el deseo de ser madres, es muy difícil hacerse a la idea y simplemente resignarse a no poder jugar con su hijo o hija, verles crecer y compartir un futuro lleno de todos esos momentos únicos con que solo tienen lugar en familia.
En Ovodona entendemos la donación de óvulos como una práctica que nace de la solidaridad de muchas mujeres, que como tú, pueden ofrecer la posibilidad de acariciar con la yema de los dedos el sueño de ser mamá.
Hoy os traemos el testimonio de una de estas futuras madres que, gracias a la participación de su donante, va a conseguir dar un paso al frente y alcanzar su mayor deseo siendo mamá por fin. Te dejamos a continuación que leas las dulces y sinceras palabras que dedica a su donante «una futura mamá«:
Carta a mi donante: «En pocas semanas viajaré por fin a Alicante para cumplir mi sueño der ser madre, pero antes me gustaría compartir aquí, estas palabras que quiero dedicar a la persona que lo ha hecho posible, mi donante anónima. Mi querida amiga, quiero que sepas que sin ti nunca hubiese podido tener la oportunidad de viajar a España para poder convertirme en mamá. No hay palabras para expresar mi gratitud… cada vez que lo pienso, se me saltan las lágrimas de felicidad. Por ello, aunque nunca nos conoceremos, voy a hacerte una promesa que cumpliré hasta el último día de mi vida. Aquí va: Cuando tenga a mi hijo entre mis brazos, le daré todo mi amor, mi cariño y mi entrega. Siempre estaré a su lado, para verle crecer, educarle lo mejor que sepa y protegerle. Disfrutaré de su infancia, adolescencia, pubertad y madurez. Seré una madre comprensiva y me pondré siempre en su lugar. Le diré lo mucho que lo quiero y por supuesto le hablaré de tu hermosa ayuda. Mantener esta promesa, será mi forma de darte las gracias cada día. Ahora quiero hablarte de cómo me sentía antes de contar con tu donación de óvulos. Estos últimos años han sido muy duros. Me sentía impotente y desesperanzada, ante la impotencia de no poder concebir un bebé. Ver como todos mi amigos y familiares tenían familia, me estaba rompiendo lentamente el corazón. Ser tía era maravilloso, disfrutaba de mimar a mis sobrinos y darles todos los caprichos más locos y divertidos que sus padres no les daban, pero la realidad cada noche me dormía sabiendo que estaba en soledad. Ver la alegría de los niños en las calles en las tiendas y en las Redes Sociales, en épocas especiales como son la Navidad, la Pascua y el Día de la Madre, hacía que mi corazón se encogiese. Lo más duro, es que, a pesar de todo este dolor que sentía, siempre he intentado que nadie se diese cuenta. Todas las mañanas me obligaba a sonreír y seguir adelante. Gracia a ti, ahora puedo llenar este vacío. Mi vida tiene mucho más sentido, sabiendo que podré saltar bajo el sol, disfrutar del olor de las flores, caminar por la arena y dejarme acariciar por el viento con un niño junto a mí. Por fin puedo decir que pronto ¡podré ser mamá! Desde lo más profundo de mi alma te doy las gracias con un millón de rosas (que son muchísimas). Eres una persona muy generosa y te deseo toda la felicidad del mundo porque te la mereces».
Besos, Una futura mamá |
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